Ese oscuro objeto del deseo

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Xavier Esqué

Viernes, 18 de diciembre de 2015

Si para Spinoza el deseo es la esencia del hombre para Freud es un concepto fundamental sin el cual no sería posible concebir la vida psíquica de un sujeto. El deseo, para el psicoanálisis, es inconsciente. Esto significa que no puede ser dicho, ya que se encuentra bajo la barra de la represión, está sometido a la censura. Pero que no pueda ser dicho no quiere decir que no pueda ser descifrado, es lo que uno hace cuando se analiza, el desciframiento del deseo inconsciente es lo propio de la experiencia analítica.
Lacan al diferenciar la necesidad y el deseo extrae a éste del campo de la biología y lo ubica en el campo del lenguaje, es por eso que se podrá descifrar. A diferencia de la necesidad el deseo no puede ser satisfecho ¿porqué? Por que en realidad, la esencia del deseo no está en la relación con el objeto sino en la relación con la falta. Al no poder desear lo que ya tiene, el deseo del sujeto será siempre deseo de otra cosa. Cuestión que desde la mercadotecnia se sabe explotar muy bien.
La verdad del deseo no está vehiculada por una intención que apunta a un objeto determinado sino que la verdad está en la causa del deseo. El objeto, por tanto, no se encuentra delante del deseo sino detrás y es su motor.
Xavier Esqué


       

Salón de Grados de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología de Granada. 19.00 h