Seminario 2013-14

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Sentido y real

Reseña de la clase impartida por Enric Berenguer


Miguel López


Reseña de la presentación de ENRIC BERENGUER del Seminario 23 de Jacques Lacan: El sinthome, en el Seminario del Campo Freudiando en Granada el 18 de enero de 2014.


Enric Berenguer nos habla de algo que aparentemente no tiene nada que ver. El sentido. Esta es la cuestión que está presente  en el centro de la practica misma, cuando una persona pide análisis es que hay una demanda de sentido. El sentido junto con lo real forma lo que llamo una extraña pareja.

En un primer momento lacan tomo el sentido como un vector de orientación, de una develación del síntoma, un sentido oculto.  En la cual la represión tiene que ver con todo esto, no obstante lo que retorna son significantes, no sentido. el sentido estaría oculto y se trataría de develarlo. Pero tiempo después lo desmonta.

Es decir el sentido no es un dato primario, ni una experiencia que hay que recuperar, sino que se construye con una operación. Con lo que llego a plantear dos aspectos de la construcción del sentido, la metáfora y la metonimia.
La metáfora es una especie de nominación, que supone una especie de transustanciación que consiste, en que ese real inquietante mute a algo del orden de una significación es ahí donde aparece un sentido. Hay una tensión con un vector opuesto que es el vector del deseo como ligado a la metonimia, como el desplazamiento.

El deseo del sujeto es algo que entra en tensión con la metáfora, pero justamente el deseo del sujeto es algo que no va a quedar nombrado con la metáfora, al contrario, se escapa metonímicamente, en este escaparse aparece algo doble. Se inicia en los significantes, el pasar de una cosa a otra, de un sgte a otro como algo que se resiste a ser nombrado y que se desplaza en la palabra, pero también el deseo implica un desplazamiento de objeto a objeto. Está en una especie de dispositivo doble, que por un lado hay las operaciones que lo crean y por otro las que los descompletan.

El sentido en el lenguaje, funciona a base de poder de alguna forma, producir algún tipo de límite de detención cuando detengo las palabras, se produce a posteriori un efecto de sentido, ¡ah quería decir eso! Es un fenómeno que tiene que ver  con uso de detención y de escansión de la cadena significante, hace falta la unidad de la frase cerrada para que el sentido como tal surja para producir un efecto suplementario, algo que tratamos de transmitir.

Si hablamos tanto, es porque no conseguimos encontrar fácilmente este efecto de transmisión de las palabras. El sentido está en una relación con la palabra, que es el momento ese de flash, de eureka, que algo atraviesa. Justamente  porque no hay esos momentos de atravesamientos de la gran metáfora de la nominación perfecta, recurrimos a una especie de deriva que hace que suplamos esa faltad de sentido pleno con ir añadiendo un sentido poco a poco, metonímicamente.

Lacan empieza a preguntarse como formalizar el sentido y otra cosa que cada vez  ocupa un lugar más importante, que es la cuestión de lo pulsional que es el goce. El goce está vinculado de alguna forma con el sentido pero que le resulta exterior, se trata más bien de empezar a pensar el lenguaje no habitado por un deseo de decir, sino más fundamentalmente por un deseo de gozar. Es decir lo pulsional que se pone en acto de hablar y  hay una satisfacción en el acto mismo. ¿No obstante cómo se maneja esto en la cura?

Se planteó que hay una semántica en la cura, podemos encontrar nombres, significantes que tocan lo real, pero lacan dice que es poca cosa, es decir que hay más de lo real que no consigue ser nombrado. La cuestión para lacan es cuánto de lo real que habita puede pasar a una palabra, mucho de lo que creemos vinculado al sentido, es una operación que tiene que ver con que hablando gozamos y damos una forma a ese goce y arrancamos algo de goce, algo que tiene una forma, eso es el objeto a. no obstante esto lacan lo dejo caer porque pensó que era muy parcial.

Tenemos otro paso, el querer gozar no es tan claro y avanza al goce como una especie de materia oscura que no hay manera de atraparla. En el seminario Aun plantea como una especie de crisis, donde el psicoanálisis es profundamente impotente respecto a eso, reconoce que el psicoanálisis es tributario de una dimensión de sentido.

No obstante más adelante aparece, como pensar que hay algo operativo de manejar esa materia oscura, es donde va a introducir la cuestión de los nudos como una estructura con estos elementos, sentido y lo real. Estas dos cosas pueden ser opuestas y estar en una misma estructura  no relacionándose.

Hay operaciones con esas palabras que no son metafóricas y hay operaciones que intentan anudar lo que es ajeno al sentido y lo que descubre es que hay una dimensión de sinsentido que no aparece clara.

Si algo de sentido se puede producir entre simbólico y lo imaginario es porque es anudado por lo real.  Precisamente el efecto de los pequeños eurekas se pueden producir es porque esta lo real como excluido anudando lo simbólico y lo imaginario. Es decir precisamente eso que no puede pasar a la palabra es la condición  que ese sentido se sostenga.

En la clínica nos tenemos que asegurar que lo real esté implicado, no damos más sentido, cortamos la sesión y dejamos que emerja un agujero. lo más importante del sentido es que se sitúa en respecto al agujero, lo que se ve en la secuencia es que hay marco que contiene un real  y nos interesa más que un efecto de sentido una cierta resonancia de todo lo que pasa y eso justamente es algo que lacan nos quiere solucionar con el nudo.

En cierto modo esa falta de sentido son como las bengalas que en la noche iluminan algo, son flashes en el momento que iluminan se ven formas, pero luego eso desaparece y nos permite delimitar algo, pedazos de real. Freud dice que se trata de la reorganización del mundo cuando una pieza fundamental falta, si lo pensamos en términos de anudamiento, hay algo que participa del nudo del sujeto que se descompone y el sujeto tiene que construir otro anudamiento.

Lacan habla de un fuego de lo real, fuego frio que sería el cero absoluto y del límite inferior, esto quiere decir que el cero de sentido en lo real es una orientación, porque por arriba no encontramos real, no hay límite. Por eso pensamos una práctica, la del psicoanalisis orientada por lo real, por el cero de sentido.