Seminario 2023 - 2024
Los escritos técnicos de Freud
Libro 1. Jacques Lacan
Conferencias y debates 2022 - 2023
El acontecimiento Freud. Del goce planteado como un absoluto. Las dos vertientes de la sublimación
El acontecimiento Freud
Del goce planteado como un absoluto
Las dos vertientes de la sublimación
Reseña de la clase impartida por Marie-Hélène Brousse
Olga Matarán
Reseña de la presentación de Marie-Hélène Brousse sobre los capítulos 12, 13 y 14 del Seminario 16 de Jacques Lacan: De un Otro al otro, en el Seminario del Campo Freudiando en Granada el 1 de abril de 2015.
En éstos tres capítulos se va del Otro con mayúscula al otro con minúscula: después de enfatizar la materialidad del significante y el saber como combinatoria, se abre la puerta al otro con minúscula que es el objeto a, introduciéndolo bajo la forma de un real.
Miller señala que en éste seminario Lacan habla del saber (algo complejo porque el saber es equívoco). El saber impone su ley al poder, tesis radical y paradójica, ya que en la mayoría de los trabajos epistemológicos de la ciencia, se dice lo contrario, el poder orienta las investigaciones y el saber es un saber expuesto.
En psicoanálisis se trabaja con un saber supuesto, éste fue el invento freudiano: hay un saber en el inconsciente que está a la espera de una interpretación: un saber que no va en el sentido del sentido sino en el sentido del desciframiento. Para decirlo de otra forma, la lengua que hablamos nos produce en lo simbólico un saber con el que trabajar en psicoanálisis.
Se está preparando el siguiente seminario, el XVII (El reverso del psicoanálisis), seminario de política lacaniana dónde se formaliza la teoría de los discursos. Se habla de estructura, poder social, culturas distintas, y Lacan da indicaciones sobre la necesidad de tomar en cuenta el discurso: no se puede escuchar a un analizante sin tener en cuenta el discurso parroquial en el cual sus síntomas se construyeron. Marie Helene Brousse nos dice que cuando uno descubre la asociación libre de un analizante que pertenece a un discurso distinto ( a otra cultura) , hay más dificultad para plantear el diagnóstico estructural.
Éste seminario XVI es un momento de apertura de la verdad lacaniana, todo es un poco flojo, hay working in progress, no hay muchos aforismos ni axiomas que permitan una doctrina ; se produce la caida del laicismo y del marxismo. Todos estos discursos, caen. Hay verdades que se enfrentan y discursos que compiten para imponerse como significante amo.
Después del seminario XVII vienen tres seminarios que relocalizan la doctrina lacaniana:
- En el seminario XIX, se va a producir un axioma “ Hay uno” (en oposición a “ de un Otro al otro”.
- En el seminario XX, el axioma es “No hay relación sexual”.
- En el seminario “Los incautos yerran” de ésta segunda enseñanza de Lacan, el nuevo axioma es “hacerse cargo de lo real”.
Capítulo XII. El acontecimiento Freud.
La novedad freudiana es introducir la referencia a lo real. Lacan se plantea qué es un autor? Es alguién que produce un desgarramiento en el discurso amo y se hace un nombre, bien, el acontecimiento Freud es éso: Freud se vuelve un nombre que produce en el discurso preponderante un desgarramiento. Reordena el conjunto del saber y lo que viene a hacer de eje, es un punto de lo real. El punto de real que introduce Freud en la civilización occidental son la pulsión y el inconsciente (como un saber sin yo).
Freud desplaza el principio organizador de la vida humana, de la búsqueda de los bienes hacia el principio del placer (Lacan enfatiza aquí que en Freud no hay diferencia entre principio de placer y alucinación). Los traumatismos de guerra, las pesadillas y la reacción terapeútica negativa, le obligan a cambiar el modelo del aparato psíquico: la verdadera novedad freudiana es la pulsión.
Lacan retoma los axiomas éticos hasta Freud para decirnos que, el placer en sentido freudiano, no es el placer de la tradición filosófica. Freud corta la relación placer / homeostasis.
Frente a la máxima freudiana “ El yo debe desalojar el inconsciente”, la máxima lacaniana “Dónde ello era, el sujeto debe advenir”.
Lacan cita la teoría de las ficciones de Bentham, que le interesa por dos razones: la ficción como significante y la fixión como fijación, que tiene que ver con el objeto a, fijación por medio de éste punto de real, que define la orientación de goce del sujeto.
También destaca Lacan de la teoría de Bentham, una nueva definición utilitarista del bien: lo que me es útil, es bueno. Y cómo Lacan utiliza el término de uso, a partir de Marx “valor de uso”, que tiene que ver con las distintas modalidades de goce.El bien, como puro pragmatismo, no en términos de pulsión, sino un intento de reducir el deseo a la necesidad, por medio del valor de uso. Ésto interesa a Lacan para diferenciar el psicoanálisis, pensar no sólo el lazo entre S1 y S2, sino el lazo social a partir del poder social del significante. (el ángulo sociológico).
La razón por la que Benthan le gusta tanto a Lacan es porque la verdad tiene estructura de ficción y utilizada como semblante, viene a definir el orden simbólico (es el discurso del amo). Es el equivalente lacaniano a la superestructura marxista: la estructura de ficción de la verdad es nombrada como semblante, es puro significante, pero sometido a lo real.
A partir de éste concepto de ficción, no como engaño, sino como interpretación real, vemos que hay un real de lo simbólico que es el semblante. Lo que nos lleva a ver que, en las tres categorias imaginario, simbólico y real, cada una tiene una incidencia en lo real.
El acontecimiento Freud introduce lo real en el insconciente. Pero, el interés que ve Lacan en el psicoanálisis, lo que está buscando más allá de lo racional, es la escritura de una proporción, no en el sentido metafórico de la cadena significante, sino de establecer una relación entre dos elementos que no hacen cadena: lo que él busca en cuanto a la sexualidad es pensar la relación, la proporción. Va a asumir que no hay posibilidad de escribir una proporción. Lo que sí se puede escribir es un discurso a partir de los significantes amos, a partir de éso, el semblante produce un lazo sexual. Todo lazo social es lazo sexual, implica un goce del sentido.
Hay acto sexual pero no relación sexual (al nivel de los cuerpos, de la sexualidad de los vivientes, no hay posibilidad de escribir una proporción). ¿ Que va a venir sino hay proporción? Va a venir el objeto a y ésto va a desembocar en la escritura de los nudos borromeos, el sinthome, dónde el objeto a está enlazado con las tres dimensiones.
Cap. XIII. Del goce planteado como un absoluto.
Éste capítulo trata sobre el goce y el sexo. Marie Helene extrae algunas frases clave “ el psiconálisis no es un saber sobre lo sexual”, no es una sexología, no tiene un saber especial sobre qué es una mujer, qué es un hombre. En los debates actuales sobre género, la antropología, la sociología, lo cognitivo conductual y sobre todo las religiones, tienen un saber sexual. Nadie mejor que un cura o un imán para decirte exactamente qué es un hombre, qué es una mujer. Por eso tienen tanto éxito, te arreglan de un plumazo todos tus goces.
El psicoanálisis es un saber sobre el goce y el deseo, pero no sobre lo sexual en el sentido de semblante, imagen, rol social y funciones. Lo que el psicoanálisis puede decir sobre las identificaciones ( género) es que no son fáciles.
A Lacan se le ve preparando Aun, seminario pensado para indagar en ésta dificultad con lo sexual, que implica no tomar la sexualidad del lado de las identificaciones, las cuales funcionan a partir del juicio universal aristotélico.
A la mujer sólo se la conoce por ser una representante de la representación. Lo que Lacan dice es que no se puede pensar la definición de lo femenino a partir del hilo fálico, porque la definición sería en éste caso una denegación de lo real de la diferencia sexual biológica, y el uso de ésta diferencia en términos simbólicos, para hacer un significante. La mujer aparece como “sin” en la lógica freudiana.
En el seminario V la frase fundamental de Lacan es “ a las mujeres no les falta de nada”, lo que implica que la castración, no es tener o no tener pene. El discurso de Freud no es androcéntrico, porque la castración es otra cosa, es para ámbos. Es imaginarizada a través del cuerpo, pero, más allá de ésto, en la teoría analítica, hay una diferencia crucial en lo que falta: es el objeto a. En vez de definir la castración por un elemento tomado de la imagen del cuerpo, lo que va a utilizar es el nucleo de goce vacío. Y aquí vuelve al tema de la sublimación, que siempre es a partir de lo que no hay para todos los seres hablantes, lo que no hay “es la cosa”.
Que no haya es la consecuencia de la mortificación de lo real que produce lo simbólico, es decir, el hecho de hablar, mortifica la cosa: ésto es el lenguaje ( cuando el niño aprende palabras, empieza a funcionar desconectado de lo real).
Para concluir decir que para Freud, las pulsiones operan en dualismo, con binarios (vida /muerte), con la idea de una proporción que permita vivir. Lacan acaba con ésto: una única pulsión, la pulsión de muerte.
