Consideraciones sobre la histeria
cas de tablette de bord m allopurinol couleur de prescription contacte pour pas cher

Consideraciones sobre la histeria

Jacques Lacan

lacan

PRESENTACIÓN

Según nos informa la editorial de la revista Quarto, donde se publicó por primera vez “Propos sur l'hystérie”, el texto que les presentamos tiene su origen en la conversación que el doctor Lacan mantuvo, invitado en Bruselas, con un pequeño grupo de psicoanalistas el 26 de febrero del año 1977. El encuentro se produjo entre las sesiones 7ª y 8ª del Seminario XXIV ( “L'insu que sait...”) que Lacan sostenía ese año (1976-1977).

Las notas tomadas por alguno de los asistentes hicieron posible un texto, publicado en el nº 90 de dicha revista y establecido por J.-A. Miller de quien nos honra su autorización para la edición de esta primera traducción en nuestro idioma.

Ese número de Quarto (revista de l' École de la Cause freudienne-ACF en Bélgica) vio la luz en junio del año 2007 e incluye en su índice dos lecciones del curso de J.-A. Miller correspondiente al  ejercicio 2006-2007, titulado finalmente “Le tout dérnier Lacan”, y en cuyo desarrollo encontramos sus reflexiones sobre ese seminario, incluidas las relativas a ese encuentro en Bruselas.

Dicho curso [2006-2007] comienza con el comentario de un escrito de Lacan, “el último caído de su pluma”, cuyo destino era ser el “Prefacio a la edición inglesa del Seminario XI” y al que es más común referirse, precisamente a partir del comentario de Miller, como “L'esp d'un laps” que son sus palabras iniciales. Pero el volumen en lengua inglesa del Seminario XI no apareció sin embargo hasta mayo de 1977, por lo que difícilmente podía ser conocido por sus interlocutores. De hecho el propio Lacan no lo menciona en su Seminario, lo que no hubiera sido desacostumbrado y sí lo hace, por ejemplo, con la conversación de Bruselas.

A modo de conjetura, tratamos de poner de relieve, entre fechas y títulos impronunciables, que las “Consideraciones sobre la histeria”, que durante cierto tiempo circularon con el apelativo de “Conferencia de Bruselas”, no es un escrito. Seguramente tampoco una conferencia. Aunque sí se trata de un texto, desde luego, y como tal lo vamos a considerar en esta presentación, pero no es un escrito de Lacan. Un texto establecido, como ya hemos dicho, a partir de una conversación que quizás se desarrollara en torno a alguna disertación, pero que muy probablemente diera lugar a un intercambio de preguntas y respuestas. Lo que se deja traslucir en el estilo algo inconexo del texto, como seguramente van a tener ocasión de comprobar.


*  *  *


Podemos situar entonces las “Consideraciones sobre la histeria” bajo una triple referencia en la enseñanza de Lacan:

- El Seminario XXIII que lleva por título lo que constituye el punto culminante de la elaboración del “último Lacan”, “El Sinthome”, cuyo esfuerzo de matematización y anudamiento de las categorías lacanianas es conocido y cuya elaboración aún deudora de lo que conocemos como “inconsciente simbólico”, tiene en la psicosis su referencia clínica.

- El “Prefacio a la edición inglesa del Seminario XI”, último escrito de Lacan y en el que Miller nos insta a leer el inconsciente –hasta ese momento simbólico– como real, abriendo así el camino a la llamada su “muy última enseñanza”.

- El Seminario XXIV, de imposible traducción e impronunciable título (L'insu que sait de l'une bévue s'aile à mourre), que da el marco concreto a la conversación de Bruselas ocurrida en su transcurso. En este seminario fecha Miller el inicio del “muy último Lacan” en el que, desde su primera sesión, Lacan declara su propósito de “introducir algo que llega más lejos que el inconsciente”.


*   *  *


A continuación incluimos algunas indicaciones con la sola finalidad de acompañar la lectura, pero vamos a localizar nuestro comentario bajo una doble pregunta: en qué consistiría ese “algo que llega más lejos que el inconsciente” con la que Lacan inicia, como acabamos de decir, su Seminario XXIV y la pregunta que da comienzo al propio texto de la conversación sobre “las histéricas de antaño”, como se pregunta Lacan.

Ese “retorno” de Lacan a la histeria que su pregunta parece sugerir, es uno de los aspectos relevantes del texto, hay otros pero es en el que nos vamos a detener para esta presentación. Podemos llamarlo “retorno” puesto que su Seminario del curso anterior estaba inspirado en buena medida, como ya hemos dicho, en la psicosis y en la figura de James Joyce, el único nombre propio que figura en este texto además del suyo propio y el de Freud.

La vuelta entonces a aquellas histéricas que “permitieron el nacimiento del psicoanálisis”, como se dice en el texto, se produce no mucho tiempo después de que Lacan “abriera una nueva perspectiva” en torno a un Freud solitario en su descubrimiento del inconsciente. Lo que queda escrito en el “Prefacio a la edición inglesa del Seminario XI” y nos señala J.-A. Miller en sus comentarios.

Pero ese retorno no es sólo a la histeria sino a la primera histeria. Podemos decirlo así, habida cuenta de que los “Estudios sobre la histeria” (1895) es aquí su única referencia explícita. Y, aún sin ser paciente de Freud, Lacan cita expresamente a Anna O. cuyo historial clínico, anterior en quince años a la publicación del volumen, tiene allí un lugar destacado; y a Emmy von N. de quien Freud dijo que fue su primer caso tratado ampliamente con el nuevo método y en cuyo historial figura una nota a pie de página que atestigua del despertar en Freud del interés por los sueños y su interpretación.

Brevemente, Lacan se remonta al origen del inconsciente de Freud (“el inconsciente se origina en....”): en las muy primeras histéricas, a las que Freud talking-trataba y en el interés que se despertó en él por el análisis de los sueños y de los suyos propios en primer lugar.

A lo largo de esa conversación o, más exactamente hasta el final del texto a que ha dado lugar, Lacan se atiene por completo a la noción originaria de ese inconsciente, que se desprende de los  “Estudios....” (“hecho de palabras y de palabras que faltan”). Pero muestra enseguida su disgusto porque Freud lo convirtiera en “representaciones inconscientes”, como señala a sus interlocutores.

De manera que casi desde el inicio podemos diferenciar por lo tanto, en el presente texto, el inconsciente de los “Estudios sobre la histeria” (incluso anterior), hecho de palabras; el inconsciente hecho de representaciones en que Freud lo convierte y el simbólico en el que Lacan lo instituirá según sus propias palabras. Podemos referirnos a estos últimos sumariamente como un inconsciente imaginario, a partir del cual, y en ruptura con él en buena medida, Lacan elaboró su enseñanza más extensa, más amplia y más difundida, promoviéndolo al estatuto de inconsciente simbólico.

Lacan sólo alude al inconsciente simbólico muy brevemente, como de pasada. Como si tratara de mantenerlo lejos de la atención de unos interlocutores sin duda familiarizados con él, familiarizados con su enseñanza. Ninguna mención entonces al “inconsciente estructurado como un lenguaje”, al inconsciente como “discurso del Otro”, a la propia teoría de los discursos, ni a la función de representación significante con la que construyó al “sujeto del inconsciente”, todas ellas nociones mayores del inconsciente simbólico.

Con su crítica a las representaciones inconscientes de Freud y su silencio sobre el inconsciente elaborado a partir del lenguaje y la función de representación significante, parecería que Lacan tratara de hacer resaltar precisamente la condición de irrepresentable del inconsciente.

Hay un inconsciente, hecho de representaciones imaginarias, el inconsciente freudiano a partir del cual, Lacan instituye un inconsciente simbólico, hecho de representaciones simbólicas. Y hay otro aún “más lejos”, un inconsciente originario no representativo o pre-representativo podríamos decir, cuyo balbuceo Lacan nos invita a localizar en los “Estudios sobre la histeria”.

Podemos decir, parafraseando a Miller en Cosas de finura, y a un propósito no del todo diferente, que “cuando el inconsciente se convierte en representaciones inconscientes, se convierte en otro inconsciente”. Con lo que se está refiriendo y está introduciendo precisamente la distinción entre “real” y “simbólico”: “El inconsciente es real quiere decir que no es simbólico, o incluso que cuando se vuelve simbólico se vuelve otro”.

Freud estuvo solo frente a ese inconsciente cuando, mientras que ahora el psicoanálisis se practica en pareja, dice Lacan para diferenciarlo de lo que Miller leerá como “inconsciente transferencial”, deudor del lenguaje y de la estructura intersubjetiva del inconsciente simbólico. Creo que no lo contradice el hecho de que, como señalamos hace un momento, la paciente del historial clínico más extenso de los “Estudios...”, Ana O, nunca fue tratada por Freud y del que, pese a su implicación en él, Freud sólo tuvo conocimiento indirectamente a través de su colega a quien por momentos atribuye el mérito de su descubrimiento.

*  *  *


Por último nos referiremos brevemente para terminar al otro gran descubrimiento de Freud, presente en los “Estudios sobre la histeria”, la “etiología sexual” de las neurosis. Lacan no la nombra como tal pero sí menciona el hecho y se refiere a él como “el paso esencial” que dio Freud.

Lo que quiere o no quiere decir el inconsciente no es lo más importante, dice Lacan a sus interlocutores, y pone así de manifiesto nuevamente la relativización en que pone al inconsciente simbólico como “intención de significación” y, por lo mismo, como estructura intersubjetiva.

Lo reproducimos textualmente: “Lo esencial de lo que dijo Freud es que, en una especie que tiene palabras a su disposición, existe la mayor relación entre el uso de las palabras y la sexualidad que reina en esa especie. La sexualidad está enteramente capturada en esas palabras”.

Y ahí la palabra “especie” no resulta menos chocante, en relación con la sexualidad, que las palabras “persona” o “afecto” que utilizará en relación con el síntoma histérico.

“Un síntoma histérico es algo muy curioso. Se soluciona a partir del momento en que la persona, que verdaderamente no sabe lo que dice, comienza a balbucear”. Y poco más adelante: “....Algo sopla en esas palabras que vuelve inofensivo el afecto, es decir que no engendra síntoma”.

De nuevo vuelve la impresión de que Lacan trata de alejar la atención de sus oyentes de términos mucho más técnicos, más propios de su enseñanza.

En el mismo Seminario XXIV, Lacan comentará que elige “feminizar” a la histérica, pero que el peso está en otro lado. Sus expresiones en el texto que nos ocupa, el uso de la palabra persona más concretamente, en lugar de otras fórmulas más lacanianas, parece sugerir más bien un más allá, o quizás mejor un “más acá”, de la diferencia sexual, de lo que Lacan teorizó como “sexuación”, como la posición sexual inconsciente del sujeto.

La palabra “persona” más bien borra, más bien difumina, lo que de determinación sexual y de goce hay en otras palabras, que Lacan no usa. “Persona” parece más que se aproxima mejor a esa prisión en que la sexualidad se encuentra, en nuestra especie, a causa de ese inconsciente hecho de palabras.

La histeria es entonces de las personas, de la especie -somos una especie histérica-, causada por el hecho mismo de las palabras (inconscientes).  


*   *   *

Muchos otros aspectos requerirán la atención de los lectores en este texto complejo. En esta presentación se trataba únicamente de alguna de las líneas de lectura posibles. Agregaremos, por último, que la “Comunicación preliminar” que dio lugar después a los “Estudios sobre la histeria”, se publicó en Granada muy tempranamente como atestigua el comentario de J. Strachey en su Introducción: “(…) Pero la reacción más sorprendente e insólita fue la traducción completa de la “Comunicación preliminar” al español, aparecida en febrero y marzo de 1893 en la Gaceta Médica de Granada”. Y en una nota al pie en la misma página se señala que Strachey apuntaba, en 1955, que ésa era “la primerísima traducción de una obra psicológica de Freud que se haya publicado en el mundo”.


Carmen Ribés

 

 

Colección Vídeos

Ahora puedes consultar nuestra colección de vídeos sobre conferencias, seminarios y actos que hemos ido recopilando durante más de diez años y que recogen interesantes intervenciones de los mejores profesionales en psicoanálisis.
IR A VÍDEOS

Colección de Audios

En nuestro archivo sonoro hemos ido recogiendo las intervenciones de especialistas en psicoanálisis y que recorren un amplio abanio de temas de máximo interés. Aquí recogemos mas de 10 años de seminarios debates y conferencias. IR A AUDIOS

Textos Online

Ahora se puede consultar nuestro fondo de textos online con las materias que hemos considerado más importantes y con las firmas más prestigiosas en la visión lacaniana de psicoanálisis. Consulta nuestro índice con todos los textos a tu disposición. IR A TEXTOS ONLINE

SÍGUENOS EN: twitter facebook
Instituto del Campo Freudiano. 2012 | Website por: oficina gráfica. <
Joomla templates free