Cuerpos lacanianos
Marie Hélène Brousse
PRESENTACIÓN
Terminamos esta tarde de viernes el Ciclo de Conferencias y Debates de psicoanálisis, de este curso 2008-2009, al que llamamos de forma genérica Todavía Lacan. Lo terminamos con la presencia de nuestra invitada Marie-Hélène Brousse. Psicoanalista en París, miembro de la École de la Cause Freudienne y de la Asociación Mundial de Psicoanálisis. Es también, agregada de Filosofía y doctora en Psicoanálisis, aparte de multitud de cargos que ha ido ocupando en estos últimos años. Su conferencia en Granada tiene como título: Cuerpos lacanianos. Novedades contemporáneas sobre el estadio del espejo.
En el siempre difícil pasaje al público de la obra de Jacques Lacan, ningún término alcanza la evidencia lograda por el estadio del espejo, mediante el cual Lacan se lanzó a la aventura psicoanalítica. La historia nos dice que en 1936, en el Congreso de la International Psychoanalytical Association (IPA), en Marienbad –título cinematográfico–, un tal Jacques Lacan, desconocido aún en el mundo psicoanalítico internacional, habría leído, en francés, una exposición sobre The Looking-Glass Phase. El presidente de la sesión, Ernest Jones, lo interrumpió al cabo de diez minutos, probablemente inquieto por la cantidad de páginas que el joven al micrófono tenía ante sí. El francés no debió de facilitar las cosas donde era conveniente hablar inglés o alemán. Pero es el texto de 1949, El estadio del espejo como formador de la función del yo (je), tal como nos ha revelado en la experiencia psicoanalítica, incluido con posterioridad en los Escritos, el que le vale un reconocimiento inmediato.
Oscurecida la presencia de lo imaginario, privilegiada en los primeros momentos de la enseñanza lacaniana por la poderosa eclosión de lo simbólico, esta, la enseñanza, fue tachada de intelectualista e ignorante respecto del cuerpo y los afectos. Críticas falsas e injustas, como ha demostrado la última enseñanza de Lacan que retoma la anatomía esquivando la a-natomía, ortografía que nos muestra explícitamente que la anatomía, es decir, el cuerpo, es cualquier cosa que tenga que ver con el objeto a. Última enseñanza que reformula también la equivalencia de los tres registros –real, simbólico e imaginario– del anudamiento borromeo, registros unidos de manera indisoluble a la enseñanza de Lacan desde 1951, y que le permiten repensar de arriba abajo la experiencia freudiana, siendo lo imaginario lo que hace cuerpo y crea o hace sentido.
Demos la bienvenida y la palabra a nuestra invitada Marie-Hélène Brousse.
LUIS IGLESIAS